Os dejamos con la siguiente competencia para trabajar: autonomía e iniciativa personal.
El
tesoro de Barba Iris
Valor
educativo: la obediencia
Según
contaba la leyenda, Barba Iris había sido el pirata de las golosinas más
increíble que había existido nunca. Durante años asaltó cientos de tiendas de
golosinas y según decían, en algún lugar perdido almacenaba el mayor tesoro que
ningún niño podría imaginar. Por eso, cuando Toni y sus amigos encontraron un
extraño y antiguo cofre con lo que parecía ser un mapa de un tesoro para niños,
se llenaron de emoción y se prepararon para la gran búsqueda del tesoro de
Barba Iris.
Entre muchas aventuras encontraron dos cofres más con sus golosinas, sus mapas y las letras C y B. Pero el último mapa era un tanto extraño. Más que un mapa, parecían unas instrucciones bastante incomprensibles:
"Al
tesoro ya has llegado
pero tendrás que encontrarlo;
si juntas un buen retrato
del hijo de tus abuelos,
y lo pones justo al lado
de la hija de tus yayos,
si luego añades las letras
que cada tesoro ha dado
se desvelará el secreto
que lleva tanto guardado.
Ese que acerca tus sueños
para poder alcanzarlos."
pero tendrás que encontrarlo;
si juntas un buen retrato
del hijo de tus abuelos,
y lo pones justo al lado
de la hija de tus yayos,
si luego añades las letras
que cada tesoro ha dado
se desvelará el secreto
que lleva tanto guardado.
Ese que acerca tus sueños
para poder alcanzarlos."
Mucho
tiempo discutieron sobre el significado del enigma, y sólo consiguieron ponerse
de acuerdo en que el mensaje hablaba de las fotos de unos padres, pero no
alcanzaban a entender el resto. Hasta uno de los numerosos días que discutían
sobre el asunto en el salón de casa de Toni, mirando como siempre aquellas
cuatro letras. Alex, distraído, miraba la foto de los padres de Toni que había
sobre la mesa, y entonces dio un salto:
- ¡¡Lo
tengo!!
Todos le
miraron con interés, pero en lugar de hablar, Alex se acercó a la mesa.
Reordenó las letras y al final acercó la foto de los padres de Toni.
- O... B...
D.. C..... ¡obedece a tus padres! - gritaron todos a la vez.
Y aunque no
hubo millones de golosinas, todos estaban dispuestos a seguir aquel gran
consejo. ¡¡Cómo no iban a hacerlo, si se trataba del mismísimo tesoro del
pirata Barba Iris!!
Idea y
enseñanza principal
|
Ambientación
|
Personajes
|
Obedecer
a los padres es el mejor camino que pueden seguir los niños
|
Cualquier
población de hoy en día
|
Unos
niños en busca de un tesoro
|
Una vaca
en la cafetería
Valor
educativo: orden y paciencia
Curro
Churretes era un camarero muy divertido y vivaracho que tenía su propia
cafetería. Y era además muy afortunado, porque en uno de los viajes al pueblo
de sus padres, descubrió que una de las vacas jóvenes, de las últimas que
habían nacido, era tan especial que en lugar de dar leche al ordeñarla, servía
directamente café con leche. Pensando en hacerse rico, Curro se llevó la vaca
directamente a la ciudad. Y a pesar de que su esposa le decía que primero
debería preparar la cafetería para poder meter la vaca, Curro estaba tan
ansioso e impaciente que no pudo esperar, y allí se fue con la vaca,
directamente a la cafetería.
El resultado fue espectacular: la vaca salió en los periódicos y televisiones, y de todas partes venían clientes a probar su delicioso café con leche recién ordeñado. Pero después de ese tirón inicial tan de moda, resultó que el hecho de tener una vaca en medio de una cafetería no era nada cómodo: todos los días la vaca rompía 20 ó 30 tazas con los meneos de su cola, la cafetería olía como un establo, el heno que comía la vaca se desperdigaba por todas partes, y había tan poco sitio que siempre había alguien que se acercaba tanto a la vaca que terminaba por pisar alguna boñiga... Así que fue perdiendo clientes, y para colmo, vino la policía con una inspección y le pusieron una multa tan gorda, que Curro estuvo a punto de tener que cerrar la cafetería.
Y así fue como Curro Curretes se dio cuenta de que tenía que haber sido más paciente y ordenado, y esperar a que todo estuviera preparado para poder servir sus cafés con leche recién ordeñados. Pero como era un tipo con suerte, cuando llevó la vaca al pueblo mientras hacían la obra en la cafetería, descubrió que una de las gallinas ponía huevos de chocolate. Esta vez sí supo ser paciente y esperar a que todo estuviera preparado para tener una cafetería con vaca, gallina, café con leche, chocolate y churros, y su local tuvo tanto éxito que llegó a ser el sitio más famoso de toda la ciudad.
El resultado fue espectacular: la vaca salió en los periódicos y televisiones, y de todas partes venían clientes a probar su delicioso café con leche recién ordeñado. Pero después de ese tirón inicial tan de moda, resultó que el hecho de tener una vaca en medio de una cafetería no era nada cómodo: todos los días la vaca rompía 20 ó 30 tazas con los meneos de su cola, la cafetería olía como un establo, el heno que comía la vaca se desperdigaba por todas partes, y había tan poco sitio que siempre había alguien que se acercaba tanto a la vaca que terminaba por pisar alguna boñiga... Así que fue perdiendo clientes, y para colmo, vino la policía con una inspección y le pusieron una multa tan gorda, que Curro estuvo a punto de tener que cerrar la cafetería.
Y así fue como Curro Curretes se dio cuenta de que tenía que haber sido más paciente y ordenado, y esperar a que todo estuviera preparado para poder servir sus cafés con leche recién ordeñados. Pero como era un tipo con suerte, cuando llevó la vaca al pueblo mientras hacían la obra en la cafetería, descubrió que una de las gallinas ponía huevos de chocolate. Esta vez sí supo ser paciente y esperar a que todo estuviera preparado para tener una cafetería con vaca, gallina, café con leche, chocolate y churros, y su local tuvo tanto éxito que llegó a ser el sitio más famoso de toda la ciudad.
Idea y
enseñanza principal
|
Ambientación
|
Personajes
|
Antes de
hacer las cosas hay que planificarlas y tener paciencia para llevarlas a cabo
cuando corresponde
|
Una
cafetería y un pueblo
|
Un
camarero y una vaca
|
Lío en
la clase de ciencias
Valor
Educativo:
Paciencia,
tranquilidad
En profesor
de ciencias, Don Estudiete, había pedido a sus alumnos que estudiaran algún
animal, hicieran una pequeña redacción, y contaran sus conclusiones al resto de
la clase. Unos hablaron de los perros, otros de los caballos o los peces, pero
el descubrimiento más interesante fue el de la pequeña Sofía:
- He
descubierto que las moscas son unas gruñonas histéricas - dijo segurísima
Todos
sonrieron, esperando que continuara. Entonces Sofía siguió contando:
- Estuve observado una mosca en mi casa durante dos horas. Cuando volaba tranquilamente, todo iba bien, pero en cuanto encontraba algún cristal, la mosca empezaba a zumbar. Siempre había creído que ese ruido lo hacían con las alas, pero no. Con los prismáticos de mi papá miré de cerca y vi que lo que hacía era gruñir y protestar: se ponía tan histérica, que era incapaz de cruzar una ventana, y se daba de golpes una y otra vez; pom!, pom!, pom!. Si sólo hubiera mirado a la mariposa que pasaba a su lado, habría visto que había un hueco en la ventana... la mariposa incluso trató de hablarle y ayudarle, pero nada, allí seguía protestando y gruñendo.
Don Estudiete les explicó divertido que aquella forma de actuar no tenía tanto que ver con los enfados, sino que era un ejemplo de los distintos niveles de inteligencia y reflexión que tenían los animales, y acordaron llevar al día siguiente una lista con los animales ordenados por su nivel de inteligencia...
- Estuve observado una mosca en mi casa durante dos horas. Cuando volaba tranquilamente, todo iba bien, pero en cuanto encontraba algún cristal, la mosca empezaba a zumbar. Siempre había creído que ese ruido lo hacían con las alas, pero no. Con los prismáticos de mi papá miré de cerca y vi que lo que hacía era gruñir y protestar: se ponía tan histérica, que era incapaz de cruzar una ventana, y se daba de golpes una y otra vez; pom!, pom!, pom!. Si sólo hubiera mirado a la mariposa que pasaba a su lado, habría visto que había un hueco en la ventana... la mariposa incluso trató de hablarle y ayudarle, pero nada, allí seguía protestando y gruñendo.
Don Estudiete les explicó divertido que aquella forma de actuar no tenía tanto que ver con los enfados, sino que era un ejemplo de los distintos niveles de inteligencia y reflexión que tenían los animales, y acordaron llevar al día siguiente una lista con los animales ordenados por su nivel de inteligencia...
Y así fue
como se armó el gran lío de la clase de ciencias, cuando un montón de papás
protestaron porque sus hijos.. ¡¡les habían puesto entre los menos inteligentes
de los animales!! según los niños, porque no hacían más que protestar, y no
escuchaban a nadie.
Y aunque
Don Estudiete tuvo que hacer muchas aclaraciones y calmar unos cuantos padres,
aquello sirvió para que algunos se dieran cuenta de que por muy listos que
fueran, muchas veces se comportaban de forma bastante poco inteligente.
Idea y
enseñanza principal
|
Ambientación
|
Personajes
|
Perder
los papeles y enfadarse nos impide actuar con inteligencia y claridad
|
Una clase
de un colegio moderno
|
Un
maestro, sus alumnos y algunos papás
|
La
espada pacifista
Valor
Educativo:
Paz
Había una
vez una espada preciosa. Pertenecía a un gran rey, y desde siempre había estado
en palacio, partipando en sus entrenamientos y exhibiciones, enormemente
orgullosa. Hasta que un día, una gran discusión entre su majestad y el rey del
país vecino, terminó con ambos reinos declarándose la guerra.
La espada estaba emocionada con su primera participación en una batalla de verdad. Demostraría a todos lo valiente y especial que era, y ganaría una gran fama. Así estuvo imaginándose vencedora de muchos combates mientras iban de camino al frente. Pero cuando llegaron, ya había habido una primera batalla, y la espada pudo ver el resultado de la guerra. Aquello no tenía nada que ver con lo que había imaginado: nada de caballeros limpios, elegantes y triunfadores con sus armas relucientes; allí sólo había armas rotas y melladas, y muchísima gente sufriendo hambre y sed; casi no había comida y todo estaba lleno de suciedad envuelta en el olor más repugnante; muchos estaban medio muertos y tirados por el suelo y todos sangraban por múltiples heridas...
Entonces la espada se dio cuenta de que no le gustaban las guerras ni las batallas. Ella prefería estar en paz y dedicarse a participar en torneos y concursos. Así que durante aquella noche previa a la gran batalla final, la espada buscaba la forma de impedirla. Finalmente, empezó a vibrar. Al principio emitía un pequeño zumbido, pero el sonido fue creciendo, hasta convertirse en un molesto sonido metálico. Las espadas y armaduras del resto de soldados preguntaron a la espada del rey qué estaba haciendo, y ésta les dijo:
- "No quiero que haya batalla mañana, no me gusta la guerra".
- "A ninguno nos gusta, pero ¿qué podemos hacer?".
- "Vibrad como yo lo hago. Si hacemos suficiente ruido nadie podrá dormir".
Entonces las armas empezaron a vibrar, y el ruido fue creciendo hasta hacerse ensordecedor, y se hizo tan grande que llegó hasta el campamento de los enemigos, cuyas armas, hartas también de la guerra, se unieron a la gran protesta.
A la mañana siguiente, cuando debía comenzar la batalla, ningún soldado estaba preparado. Nadie había conseguido dormir ni un poquito, ni siquiera los reyes y los generales, así que todos pasaron el día entero durmiendo. Cuando comenzaron a despertar al atardecer, decidieron dejar la batalla para el día siguiente.
Pero las armas, lideradas por la espada del rey, volvieron a pasar la noche entonando su canto de paz, y nuevamente ningún soldado pudo descansar, teniendo que aplazar de nuevo la batalla, y lo mismo se repitió durante los siguientes siete días. Al atardecer del séptimo día, los reyes de los dos bandos se reunieron para ver qué podían hacer en aquella situación. Ambos estaban muy enfadados por su anterior discusión, pero al poco de estar juntos, comenzaron a comentar las noches sin sueño que habían tenido, la extrañeza de sus soldados, el desconcierto del día y la noche y las divertidas situaciones que había creado, y poco después ambos reían amistosamente con todas aquellas historietas.
Afortunadamente, olvidaron sus antiguas disputas y pusieron fin a la guerra, volviendo cada uno a su país con la alegría de no haber tenido que luchar y de haber recuperado un amigo. Y de cuando en cuando los reyes se reunían para comentar sus aventuras como reyes, comprendiendo que eran muchas más las cosas que los unían que las que los separaban.
La espada estaba emocionada con su primera participación en una batalla de verdad. Demostraría a todos lo valiente y especial que era, y ganaría una gran fama. Así estuvo imaginándose vencedora de muchos combates mientras iban de camino al frente. Pero cuando llegaron, ya había habido una primera batalla, y la espada pudo ver el resultado de la guerra. Aquello no tenía nada que ver con lo que había imaginado: nada de caballeros limpios, elegantes y triunfadores con sus armas relucientes; allí sólo había armas rotas y melladas, y muchísima gente sufriendo hambre y sed; casi no había comida y todo estaba lleno de suciedad envuelta en el olor más repugnante; muchos estaban medio muertos y tirados por el suelo y todos sangraban por múltiples heridas...
Entonces la espada se dio cuenta de que no le gustaban las guerras ni las batallas. Ella prefería estar en paz y dedicarse a participar en torneos y concursos. Así que durante aquella noche previa a la gran batalla final, la espada buscaba la forma de impedirla. Finalmente, empezó a vibrar. Al principio emitía un pequeño zumbido, pero el sonido fue creciendo, hasta convertirse en un molesto sonido metálico. Las espadas y armaduras del resto de soldados preguntaron a la espada del rey qué estaba haciendo, y ésta les dijo:
- "No quiero que haya batalla mañana, no me gusta la guerra".
- "A ninguno nos gusta, pero ¿qué podemos hacer?".
- "Vibrad como yo lo hago. Si hacemos suficiente ruido nadie podrá dormir".
Entonces las armas empezaron a vibrar, y el ruido fue creciendo hasta hacerse ensordecedor, y se hizo tan grande que llegó hasta el campamento de los enemigos, cuyas armas, hartas también de la guerra, se unieron a la gran protesta.
A la mañana siguiente, cuando debía comenzar la batalla, ningún soldado estaba preparado. Nadie había conseguido dormir ni un poquito, ni siquiera los reyes y los generales, así que todos pasaron el día entero durmiendo. Cuando comenzaron a despertar al atardecer, decidieron dejar la batalla para el día siguiente.
Pero las armas, lideradas por la espada del rey, volvieron a pasar la noche entonando su canto de paz, y nuevamente ningún soldado pudo descansar, teniendo que aplazar de nuevo la batalla, y lo mismo se repitió durante los siguientes siete días. Al atardecer del séptimo día, los reyes de los dos bandos se reunieron para ver qué podían hacer en aquella situación. Ambos estaban muy enfadados por su anterior discusión, pero al poco de estar juntos, comenzaron a comentar las noches sin sueño que habían tenido, la extrañeza de sus soldados, el desconcierto del día y la noche y las divertidas situaciones que había creado, y poco después ambos reían amistosamente con todas aquellas historietas.
Afortunadamente, olvidaron sus antiguas disputas y pusieron fin a la guerra, volviendo cada uno a su país con la alegría de no haber tenido que luchar y de haber recuperado un amigo. Y de cuando en cuando los reyes se reunían para comentar sus aventuras como reyes, comprendiendo que eran muchas más las cosas que los unían que las que los separaban.
Idea y
enseñanza principal
|
Ambientación
|
Personajes
|
Dos
ideas: que las guerras y batallas no tienen nada de romántico, y que todos,
hasta los menos pensados, podemos hacer algo por conseguir la paz
Ejercicios:
|
Una
batalla entre dos antiguos reinos
|
Una
espada y los reyes de dos países vecinos
|
1.
Explicar perfectamente lo que haya
vivido durante la jornada escolar, utilizando palabras precisas.
2.
Pensar actividades que se puedan hacer
durante las vacaciones.
3.
Escoger el libro favorito y
llevarlo al colegio para comentar en el aula.
4.
Negociar con los padres la hora de
llegada a casa después de la salida del colegio.
6.
Elaborar una lista con la ropa y otros
objetos que necesitará llevarse de vacaciones.
7.
Elegir un anuncio de televisión y
comentarlo en la mesa.
8.
Jugar en el coche a juegos de palabras
(veo veo, palabras que solo tienen “a”,…)
9.
Hablar en la mesa sobre algo del curso.
10.
Elegir un anuncio de televisión y
comentarlo en la cena.
11.
Comentar con los amigos alguna noticia
de la prensa.
12.
Describir los rasgos más destacados de
una persona muy conocida.
13.
Jugar a adivinar de quién se trata
mediante descripciones de sus características físicas.
14.
Comprar todo lo necesario para la
ensalada prevista.
15.
Seguir el sorteo de la lotería y anotar
los números de los premios principales.
16.
Planificar el menú del día siguiente
tomando como base la necesidad de incluir 5 raciones de verduras y frutas.
17.
Responsabilizarse de la preparación del
material escolar y todo lo necesario para el colegio.
18.
Hacerse responsable de su mascota y
cuidar su alimentación y atenciones que requiere.
19.
Colaborar en algunas tareas del hogar.
20.
Poner la lavadora y tender la ropa.
21.
Planificar y preparar la ropa que se van
a poner el día siguiente.
22.
Elaborar un menú saludable y apetecible
para el fin de semana.
23.
Preparar la mochila/uniforme para el día
siguiente.
24.
Proponer un cambio de hábitos en la casa
para reducir el consumo de electricidad.
25.
Regar las plantas de la casa.
26.
Hacer la cama con atención y ventilando
bien la ropa.
27.
Identificar alguna personalidad pública
importante del entorno en el que se pasan las vacaciones.
28.
Recoger toda su ropa sucia y ponerla a
lavar.
29.
Dejar apagadas las luces cuando sale de
una habitación.
30.
Hacer una excursión al campo o a la
playa.
31.
Preparar el desayuno y dejar todo
recogido antes de salir hacia el colegio.
32.
Hacerse responsable de su mascota
y atender a sus necesidades.
33.
Pegar las etiquetas en los lugares
correspondientes pr3evio acuerdo con la familia.
34.
Jugar en la familia al juego de
averiguar el título de una película mediante gestos.
35.
Regar las macetas de toda la casa.
36.
Consultar la edición digital de
algún periódico.
37.
Realizar llamadas telefónicas para
dar diversos encargos a familiares y/o amigos.
38.
Mantener la habitación recogida y
ordenada.
39.
Ayudar en la limpieza de la casa.
40.
Preparar la ropa y la mochila para el
día siguiente, antes de acostarse.
41.
Visitar a los abuelos y obsequiarles con
el dibujo u objeto preparado.
42.
Recoger al hermano pequeño al salir del
colegio y atenderlo hasta que lleguen los padres.
43.
Inventar un juego y sus reglas e invitar
a otras personas a probarlo.
44.
Dedicar un rato a vender papeletas para
el viaje de estudios.
45.
Asistir con la familia a algún
acontecimiento deportivo.
46.
Jugar a un juego de mesa.
47.
Seleccionar una película para verla en
familia.
48.
Ayudará a revisar la higiene de los
hermanos/as menores antes y después de las comidas.
49.
Expresará mediante algún gesto el cariño
a la familia. (“i”)
50.
Crear algún objeto que sirva para
decorar la casa.
51.
Aprender un villancico nuevo y enseñarlo
a la familia. (“i”)
52.
Elegir un miembro de la familia y
hacerle feliz por un día. (“i”)
53.
Permanecer en silencio e inactivo/a
durante 3 minutos. (“i”)